Hablar de sexualidad nunca ha sido tarea fácil. A lo largo de los siglos; se ha ido construyendo una serie de impedimentos en forma de recelos, temores y prejuicios que se interponen a la palabra que debería circular de manera espontánea y fácil. Así el tema se transformó en algo malo porque atentaba contra las buenas costumbres. De ahí a lo prohibido solo medió un paso que la sociedad no tardó en dar. El ser humano no se ha resignado a callar. Y no ha cesado de hablar de la sexualidad y todo lo que ella implica en la vida personal; como familiar y social.
martes, 25 de mayo de 2010
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